lunes, 29 de octubre de 2018

¿Y cómo no? La primera nevada.


Canción otoñal.
Federico García Lorca

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
 que ha nevado sobre ellas.

Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos llega?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros 
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

martes, 23 de octubre de 2018

Gaviotas.




Soledades.
Antonio Machado.

El mar latescente,
el mar rutilante,
que ríe en sus risas de plata sus risas azules...
¡Hierve y ríe el mar!...
El aire parece que duerme encantado
en la fúlgida niebla del sol blanquecino.
La gaviota palpita en el aire dormido, y al lento
volar soñoliento, se aleja y se pierde en la bruma del sol.

lunes, 15 de octubre de 2018

Ella.

Vicente Huidobro.
Ella.

Tenía  una boca de acero
y una bandera mortal dibujada entre los labios.

Reía como el mar que siente carbones en su vientre.
Como el mar cuando la luna se siente ahogarse.
Como el mar que se ha mordido todas las playas.

El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
antes que el viento norte abra sus ojos.

Era hermosa en sus horizontes de huesos.
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado.
Como el cielo a caballo sobre las palomas.

lunes, 8 de octubre de 2018

El ciervo espectador de la carrera de corzos.

A. Rheinn
El espectador.

Cada vez más frío y cada vez más lejos.
La contemplación del que sólo observa.
Sin acción, sin participación.
Almas que beben del manantial sin alterar la superficie.
Yo ya no participo; no volveré a actuar.
Interacciones livianas en una relación fugaz y pasajera con el mundo.
Cálidos rayos de sol que te acarician sin desvelarte, sin perturbar su
 plácido sueño.
Distancia...
Lejos....



sábado, 6 de octubre de 2018

Reflejo de lo cotidiano.

Los espejos.
Jorge Luis Borges

Yo sentí el horror de los espejos
no sólo ante el cristal impenetrable 
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos

sino ante el agua especular que imita
el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita.

Y ante la superficie silenciosa
del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño de blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,

Hoy, al cabo de tantos y perplejos 
años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna 
hizo que yo temiera los espejos.

Espejos de metal, enmascarado
espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado.