miércoles, 21 de diciembre de 2016

Cascada de invierno.



Agua de Roma.
Rafael Alberti.

Oyes correr en Roma eternamente,
en la noche, en el día, a toda hora
el agua, el agua, el agua corredora
de una fuente a otra fuente y otra fuente.

Arrebatada, acústica, demente,
infinita existencia corredora,
cante en lo oscuro, gima bullidora,
en su fija locura ser corriente.

Ría de un ojo, llore de unos senos,
salte de un caracol, de entre la boca
de la más afilada dentadura.

O de las ingles de unos muslos llenos,
correrá siempre, desbandada y loca
libre y presas perdida en su locura.

sábado, 17 de diciembre de 2016

El bosque otoñal.


Si pudiera elegir mi paisaje 
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mi y a todos.

Ella devuelve mi mirada inservible,
la de hace apenas quince o veinte años
cuando la casa verde envenenaba el cielo.
Por eso es cruel dejarla recién atardecida
con tantos balcones como nidos a solas
y tantos pasos como nunca esperados.

Mario Benedetti.
Elegir mi paisaje.

lunes, 12 de diciembre de 2016

El rostro oculto interactivo.

Tu cara oculta
( En memoria de Raquel Colomer)

Ahora que la luz anuncia el estío
con su ciego resplandor,
¿Como es posible que el Sol asome ufano su cara
sobre esta tierra bañada en lágrimas 
cuando la tuya,
tu preciosa cara,
con tanta tenacidad se oculta a mi mirada?

Óscar Bartolomé.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Como velas.


En la niebla.

¡Que extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.

Lleno estaba el mundo de amigos
cuando el cielo era aún hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.

¡Qué extraño es ahora vagaren la niebla!
Ningún hombre conoce a otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada un está solo.

Hermann Hesse.