Óscar P.
Recuerdos del ayer.
Dulce resultó conocerla
Y más aún el sabor se sus labios,
más que amargo fue perderla,
después de amarla tantos años.
Y más aún el sabor se sus labios,
más que amargo fue perderla,
después de amarla tantos años.
Parece que mis oídos aún retienen
las frases tiernas que me decía,
y mis manos con temblor sostienen
aquel rostro que ¡tanto quería!
Se marchó… y con ella mi vida
y mis manos con temblor sostienen
aquel rostro que ¡tanto quería!
Se marchó… y con ella mi vida
hundiéndome en esta soledad a la que tanto temía.
Y de mis manos cayó aquel papel,
de mis ojos dos lágrimas rodaron
sí… eran recuerdos del ayer
que de mi mente… nunca se apartaron.
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