Luis de Góngora.
De pura honestidad templo sagrado.
De pura honestidad templo sagrado,
cuyo bello cimiento y gentil muro
de blanco nácar y alabastro duro
fue por divina mano fabricado;
Pequeña puerta de coral preciado,
claras lumbreras de mirar seguro,
que a la esmeralda fina el verde puro
habéis para viriles usurpado;
Soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
al claro sol, en cuanto en torno gira,
ornan de luz, coronan de belleza;
Ídolo bello, a quien humilde adoro,
oye piadoso al que por ti suspira,
tus irnos canta, y tus virtudes reza.
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