Elegía
Miguel Hernández
( En Orihuela, su pueblo y el mío, se
ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien con tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
darle tu corazón como alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler ,
me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal me ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuros
y siento más tu muerte que mi vida.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
darle tu corazón como alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler ,
me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal me ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuros
y siento más tu muerte que mi vida.
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