sábado, 6 de octubre de 2018

Reflejo de lo cotidiano.

Los espejos.
Jorge Luis Borges

Yo sentí el horror de los espejos
no sólo ante el cristal impenetrable 
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos

sino ante el agua especular que imita
el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita.

Y ante la superficie silenciosa
del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño de blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,

Hoy, al cabo de tantos y perplejos 
años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna 
hizo que yo temiera los espejos.

Espejos de metal, enmascarado
espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado.

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