viernes, 29 de septiembre de 2017

La rosa de la discordia.



Distinto 
Juan Ramón Jiménez

Lo querían matar
los iguales
porque era distinto.

Si veis un pájaro distinto,
tiradlo;
Si veis un monte distinto,
caedlo;
Si veis un camino distinto,
cortadlo;
Si veis una rosa distinta,
deshojadla;
Si veis un río distinto,
cegadlo...
si veis un hombre distinto,
matadlo.

¿Y el sol y la luna
dando en lo distinto?

Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir
distinto 
de lo distinto;
lo que seas, que eres
distinto
(monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre):
si te descubren los iguales,
huye a mi,
ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Vestirse para el miedo.



Joaquin Sabina.
Al maestro Antoñete.

Esta tarde la sombra está que arde,
esta tarde comulga el más ateo,
esta tarde Antoñete ( dios le guarde )
desempolva la momia del toreo.

Esta tarde se planchaba muleta,
esta tarde se guarda la distancia,
esta tarde el mechón y la coleta
importan porque tienen importancia.

Esta tarde clarines rompehielos,
esta tarde hacen puente las tormentas,
esta tarde se atrasan los mundiales.

Esta tarde se mojan los pañuelos,
esta tarde, en su patio de las Ventas,
descumple años Chenel por naturales.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Mi flor.



La flor más bonita.
Pablo Neruda.

Se acerca la primavera
las flores naciendo están,
escogeré una de ellas
la más bonita de todas,
antes de que pase el viento,
y se la pueda llevar.
Será mi confidente
le hablaré muy suavecito,
le contaré mis secretos
alegrías y tristezas.
La cuidaré con esmero
y pronto será una gran flor,
que acogeré en mis brazos,
y con dulces movimientos
su perfume esparcirá.
Sabrá de mí más que nadie
pero como no puede hablar
será un secreto entre ambas
porque no lo podrá contar.
Y cuando llegue su hora,
la pondré en mi corazón
y será eternamente una flor
cobijada en un volcán.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Adelanto del otoño.


Juan Ramón Jiménez.
Otoño.

Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas aéreas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva el infinito pensamiento.

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; Oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya que mojas
con tu cristal estremecido el viento¡

!Encantamiento de oro¡ Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma se enternece,
echado en el verdor de una colina¡

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.