lunes, 22 de febrero de 2016

Lugares de Turquía.La Mezquita Azul desde Santa Sofía.

Octavio Paz
Felicidad en Herat.

Vine aquí 
como escribo estas líneas, 
sin idea fija: 
una mezquita azul y verde, 
seis minaretes truncos, 
dos o tres tumbas, 
memorias de un poeta santo, 
los nombres de Timur y su linaje. 

Encontré al viento de los cien días. 
Todas las noches las cubrió de arena, 
acosó mi frente, me quemó los párpados. 
La madrugada: 
dispersión de pájaros 
y ese rumor de agua entre piedras 
que son los pasos campesinos. 
(Pero el agua sabía a polvo.) 
Murmullos en el llano, 
apariciones 
desapariciones, 
ocres torbellinos 
insubstanciales como mis pensamientos. 
Vueltas y vueltas 
en un cuarto de hotel o en las colinas: 
la tierra un cementerio de camellos 
y en mis cavilaciones siempre 
los mismos rostros que se desmoronan. 
¿El viento, el señor de las ruinas, 
es mi único maestro? 

viernes, 19 de febrero de 2016

Lugares de Turquía. Santa Sofía II.


LA VOZ A TI DEBIDA
Pedro Salinas.


¡Si me llamaras, sí; 
si me llamaras! 
Lo dejaría todo, 
todo lo tiraría: 
los precios, los catálogos, 
el azul del océano en los mapas, 
los días y sus noches, 
los telegramas viejos 
y un amor. 
Tú, que no eres mi amor, 
¡si me llamaras! 
Y aún espero tu voz: 
telescopios abajo, 
desde la estrella, 
por espejos, por túneles, 
por los años bisiestos 
puede venir. No sé por dónde. 
Desde el prodigio, siempre. 
Porque si tú me llamas 
«¡si me llamaras, sí, si me llamaras!» 
será desde un milagro, 
incógnito, sin verlo. 
Nunca desde los labios que te beso, 
nunca 
desde la voz que dice: «No te vayas».

lunes, 15 de febrero de 2016

Lugares de Turquía. I Capadocia.


… Sueños de humanos,
sueños de hadas,
sueños compartidos como enamorados,
sueños de hadas castigadas
convertidas en palomas,
sueños de rocas de formas caprichosas,
sueños de soledades
en colinas hechas moradas;
sueños de vastos parajes
con un corazón de desierto,
con la sangre verde de valles,
y un dorado cuerpo de riscos
en el crepúsculo de la tarde.

Capadocia,
        tierra inigualable… 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Coches de Cuba y III.


¡Oh triste coche viejo, que en mi memoria ruedas!...



¡Oh triste coche viejo, que en mi memoria ruedas!
¡Pueblo, que en un recodo de mi alma te pierdes!
¡Lágrima grande y pura, lucero que te quedas,
temblando en la colina, sobre los campos verdes!

Verde el cielo profundo, despertaba el camino,
fresco y fragante del encanto de la hora;
cantaba un ruiseñor despierto, y el molino
rumiaba un son eterno, rosa frente a la aurora.

-Y en el alma, un recuerdo, una lágrima, una
mano alzando un visillo blanco al pasar un coche...
la calle de la víspera, azul bajo la luna
solitaria, los besos de la última noche 


¡Oh triste coche viejo, que en mi memoria ruedas!

¡Pueblo, que en un recodo de mi alma te pierdes!

¡Lágrima grande y pura, lucero que te quedas,
temblando, en la colina, sobre los campos verdes!

Juan Ramón Jiménez.

lunes, 8 de febrero de 2016

Coches de La Habana II.

Poeta Poeta en Nueva York

Federico García Lorca

Son de negros en Cuba

Cuando llegue la luna llena 
iré a Santiago de Cuba, 
iré a Santiago, 
en un coche de agua negra. 
Iré a Santiago. 
Cantarán los techos de palmera.
Iré a Santiago. 
Cuando la palma quiere ser cigüeña,
iré a Santiago. 
Y cuando quiere ser medusa el plátano, 
Iré a Santiago 
con la rubia cabeza de Fonseca.
Iré a Santiago. 
Y con la rosa de Romeo y Julieta 
iré a Santiago.
Mar de papel y plata de monedas
Iré a Santiago.
¡Oh Cuba! ¡Oh ritmo de semillas secas!
Iré a Santiago. 
¡Oh cintura caliente y gota de madera! 
Iré a Santiago. 
¡Arpa de troncos vivos, caimán, flor de tabaco!
Iré a Santiago. 
Siempre dije que yo iría a Santiago
en un coche de agua negra. 
Iré a Santiago. 
Brisa y alcohol en las ruedas,
iré a Santiago. 
Mi coral en la tiniebla,
iré a Santiago. 
El mar ahogado en la arena,
iré a Santiago, 
calor blanco, fruta muerta,
iré a Santiago. 
¡Oh bovino frescor de cañavera!
¡Oh Cuba! ¡Oh curva de suspiro y barro!
Iré a Santiago.

lunes, 1 de febrero de 2016

Coches de La Habana.

 Mi auto rojo (poema lagrimal)
MI AUTO ROJO

Mi auto rojo
que con él te recojo
y al viento me arrojo
pues allí no me mojo
se rompió.

Mi lindo auto
que tanto me costara
un ojo de la cara
una deuda con Sara
está hecho un espanto
cual manco de Lepanto

Ay bermellón
despojo de motor
me tomo mi licor
bebiendo del botellón
maldigo el resistor,
válvulas, rotor
resignado y sin meta
me voy en bicicleta....