lunes, 26 de septiembre de 2016

Restos de una morada.

                   Esta casa
no es lo que era. Fuerza una caja 
de guitarra. Nunca se habló
de fribomas , de porvenires,
de pasados, de lejanías.
Nunca pulsó el bordón 
del grave acento: << nos queremos,
te quiero, me quieres,nos quieren,,,,,>>
No podríamos ser solemnes,
pues que hubieran pensado entonces
el gato, con su traje verde,
el galápago, el ratón blanco,
el girasol acromegálico…….

 Esta casa no es lo que era.
Ha empezado a andar, paso a paso.
Va abandonándonos sin prisa.
si hubiera ardido en pompa, todos,
correríamos a salvarnos.
Pero así nos da tiempo a todo:
a recoger cosa que ahora
advertimos que no existían;
a decirnos adiós, corteses;
a recorrer, indiferentes,
las paredes que tosen, donde
proyectó su sombra la adelfa,
sombra y ceniza de los días.

José Hierro.

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