miércoles, 10 de febrero de 2016

Coches de Cuba y III.


¡Oh triste coche viejo, que en mi memoria ruedas!...



¡Oh triste coche viejo, que en mi memoria ruedas!
¡Pueblo, que en un recodo de mi alma te pierdes!
¡Lágrima grande y pura, lucero que te quedas,
temblando en la colina, sobre los campos verdes!

Verde el cielo profundo, despertaba el camino,
fresco y fragante del encanto de la hora;
cantaba un ruiseñor despierto, y el molino
rumiaba un son eterno, rosa frente a la aurora.

-Y en el alma, un recuerdo, una lágrima, una
mano alzando un visillo blanco al pasar un coche...
la calle de la víspera, azul bajo la luna
solitaria, los besos de la última noche 


¡Oh triste coche viejo, que en mi memoria ruedas!

¡Pueblo, que en un recodo de mi alma te pierdes!

¡Lágrima grande y pura, lucero que te quedas,
temblando, en la colina, sobre los campos verdes!

Juan Ramón Jiménez.

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